lunes, 5 de enero de 2015

Pan integral con semillas de amapola

¡Dulces saludos! Hoy les traemos un pan integral con semillas de amapola muy nutritivo que seguro gustará a muchos. Las semillas de amapola se recomiendan porque son fuente de calcio, hierro y vitamina A y tienen un efecto antioxidante. Además contribuyen a calmar el sistema nervioso y reducir el estrés de manera natural, y son de fácil digestión, pero controlando no exceder en su consumo. Esto, unido a la harina integral, hace que obtengamos un pan integral beneficioso para el organismo, ¿quién puede resistirse a probarlo?




 Ingredientes:

  • 600 g de harina de media fuerza (para ello combinaremos 300 g de harina integral de trigo y 300 g de harina de fuerza).
  • 300 ml de agua.
  • 6 g de levadura de panadería instantánea (o 18 g de levadura fresca).
  • 12 g de sal.
  • Semillas de amapola cantidad necesaria.
  • Opcional: 120 g de masa madre, otras semillas como el sésamo.

Elaboración:

En un bol tamizamos las harinas e incorporamos la sal y la levadura seca. Si usamos masa madre también la añadimos aquí en pequeñas porciones, es recomendable usarla en nuestros panes porque nos aporta sabores y aromas característicos. Añadimos el agua poco a poco y vamos mezclando.



Cuando los ingredientes estén bien mezclados comenzamos a amasar. Si vamos a hacer todos los panes con semillas dentro, las incorporamos y amasamos. Si no queremos todos los panes con semillas dentro, dividimos la masa y añadimos semillas a la mitad por ejemplo, y terminamos de amasar.






Cuando esté todo integrado y homogéneo, hacemos bolas y las dejamos reposar tapadas con un paño húmedo en un lugar cálido (unos 28° C) durante 30 minutos aproximadamente. Como siempre los tiempos son orientativos, pues depende de la temperatura y humedad de cada zona. Un pequeño truco si hace mucho frío y la fermentación se puede alargar es calentar el horno al mínimo de temperatura (normalmente los hornos caseros es 50° C, lo ideal sería ponerlo a 30ºC) pero dejando la puerta entreabierta para que salga el exceso de calor. De lo contrario mataría las levaduras y no habría fermentación. También se pueden colocar cerca de una estufa. En cualquier caso cuando las masas doblen su volumen estarán listas.



Ahora las cortamos en porciones iguales para formar los panes, por ejemplo de 150 gramos cada uno. Los boleamos estirando la masa desde los bordes hacia el centro uniendo las puntas hasta que quede lisa y redonda. Los colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurizado para fermentarlos durante otra media hora. Al igual que antes es orientativo y podemos seguir los mismos pasos.



Cuando los panes hayan doblado su volumen, precalentamos el horno a 200° C. Hacemos los cortes en la superficie con una puntilla afilada y los espolvoreamos con semillas de amapola, previamente pintados con un poco de agua para que se peguen. También podemos usar otras semillas como el sésamo.



Horneamos los panes a 190° C durante unos 20 minutos con vapor. Para ello podemos pulverizar agua con una botella con aerosol varias veces durante el horneado, o colocar un caldero con agua caliente en el fondo del horno.


Y ya los tenemos listos para comer, una vez se hayan enfriado. Este nutritivo pan es recomendable debido a las propiedades que posee. Aunque no se trata de un medicamento ni ningún tipo de comida milagrosa, sí posee unos ingredientes muy beneficiosos para el organismo. Esperamos que les guste y que lo elaboren en casa. Ya saben que cualquier duda o sugerencia la resolveremos gustosamente. ¡Que pasen una feliz semana!



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