jueves, 22 de octubre de 2015

Calabaza de Halloween

¡Buenos días! La semana que viene es Halloween y, a pesar de que no sea una fiesta típica de estos lares, es muy divertido hacer una fiesta con tus amigos y familiares. Cualquier excusa es buena para darse un capricho ¿no?, por eso la semana que viene publicaremos diferentes elaboraciones para hacer una mesa dulce de Halloween. Pero hoy no les traemos una receta, hoy vamos a decorar una calabaza, que parece sencillo pero cuando la calabaza pone resistencia.... ¡Vamos a ello!




Para este trabajito vamos a necesitar: una tabla de cortar, un paño, un cuchillo de sierra y uno liso, tipo puntilla. Y lo más importante una calabaza. 


Para empezar dibujaremos con un rotulador (permanente a ser posible, para que no se nos borre) la cara que queremos para nuestra terrorífica calabaza. Si nuestra calabaza tiene algún golpe podemos aprovechar esas zonas y dejarlas dentro de nuestro dibujo, para quitarlas luego.


Ahora con el cuchillo de sierra marcaremos la parte de arriba, para el tamaño tenemos que tener en cuenta que nuestra mano tiene que entrar por la apertura. 


Para cortar la tapa tenemos que colocar el cuchillo en un ángulo de unos 45º, para que al volver a colocar la tapa no se nos caiga dentro. 


La sacamos y limpiamos las semillas y restos que queden en ella. 


Ahora toca limpiar la calabaza por dentro, para ello podemos utilizar nuestra mano o una cuchara, o ambas. Para empezar podemos utilizar nuestra mano y sacar la mayoría de las pipas e hilos, y luego nos ayudaremos de la cuchara para que quede bien limpita, raspando los restos que queden dentro.
Viene bien tener una bolsa cerca donde poder tirar los restos.


Y ahora toca la parte divertida. Pondremos nuestra calabaza sobre un paño para que no se esté moviendo y empezamos a cortar por las líneas con nuestro cuchillo liso con mucho cuidado.  


Tenemos que tener cuidado de no pasarnos con el cuchillo ya que podríamos hacer de dentistas y arrancarle un diente accidentalmente...


Cuando la tengamos toda a nuestro gusto colocaremos una vela pequeña dentro, la encendemos, ponemos la tapa, apagamos las luces y voilá, calabaza terrorífica... o al menos simpática.


Es algo muy divertido de hacer, que aunque no lo parezca lleva algún trabajito. Pero vale la pena solo por pasar un buen rato. 

Esperamos que les haya gustado esta entrada, diferente a las demás. Nos vemos la semana que viene con muchas recetas para preparar una deliciosa y terrorífica mesa dulce. ¡Feliz finde!


 

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