Brioches

¡Buenos días! Este jueves les traemos una receta de brioche. La masa es pegajosa pero el resultado final es delicioso y esponjoso. En este caso hemos hecho un par de bollitos con la forma típica, unos panecillos normales y otros rellenos de Nutella. Estos brioches nos sirven tanto para dulce como para salado, ya que su sabor es neutro. Así que para desayunar, merendar o cenar vienen perfectos. ¡Manos a la masa!

Ingredientes

300 gr de harina simple

30 gr de azúcar
3 huevos

1 cucharadita de sal

10 gr de levadura fresca

165 gr de mantequilla en pomada

Empezaremos tamizando la harina y añadiéndole el azúcar, la sal y la levadura. Mezclamos un poco y agregamos los huevos. Amasamos hasta que estén integrados.

A continuación agregamos la mantequilla en pomada poco a poco, y amasaremos hasta que se despegue de los bordes del bol. Si vemos que está demasiado pegajosa podemos agregar un poco más de harina, pero sin pasarnos demasiado ya que el resultado nos quedaría duro.

Ahora toca la primera fermentación, en este caso dejamos la masa en el mismo bol, cubierto con un paño húmedo y en una zona cálida, recuerden que no debe superar los 30ºC. Lo dejaremos una hora.

Cuando haya fermentado, enharinamos una zona y ponemos la masa encima, la achatamos y hacemos una tira larga.

 

La forramos con papel film y la metemos en el congelador unos 30 minutos, de esta forma pararemos la fermentación.

Tras este ratito, pesaremos la masa y la dividiremos según la cantidad de bollitos que necesitemos, y también el tamaño que queramos que tengan. En este caso he hecho 9 piezas de 90 gramos. Al fermentar casi triplicarán su tamaño.

Ahora vamos a formar las piezas. La forma típica de los brioches es una bola con cabeza, para hacerla cogeremos un trozo de masa y separamos un trozo, no demasiado grande, formamos dos bolas. Hacemos un hueco en el centro de la bola más grande y colocamos la pequeña en éste.

Para hacer brioches rellenos, formaremos una bola y la aplastamos. Colocamos en el centro el relleno que queramos, en este caso he utilizado Nutella, y lo cerramos como si se tratase de una empanadilla. Cerramos bien la unión y la ponemos por debajo. Redondeamos los bordes, de esta forma nos quedará un panecillo más redondeado y nos aseguraremos de que no se salga el relleno.

Además también hemos hecho un par de panecillos sin relleno.

Cubrimos nuestras piezas con papel film y las dejamos fermentar entre una hora y hora y media. O hasta que casi tripliquen su tamaño.

Precalentamos el horno a 180ºC. 

Cogemos un huevo, lo batimos con un poco de sal y pintamos las piezas con una brocha delicada, tendremos que tener cuidado de no presionar demasiado las piezas ya que pueden perder tamaño. En este caso además le he espolvoreado azúcar a los bollitos sin relleno.

Las horneamos a 180ºC de 10 a 12 minutos, las dejamos enfriar y listo.

Ya tenemos nuestros panes para cuando más nos apetezcan. Tenemos que guardarlos en una bolsa o cerrados herméticamente y consumirlos pronto, ya que con el paso de los días se van secando, y, además como son caseros y no tienen conservantes nos durarán menos que los hechos de fábrica.

 

Esperamos que les gusten y nos vemos la semana que viene con otra deliciosa receta! Feliz finde.

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