jueves, 21 de abril de 2016

Lemon pie

¡Buenos días! Hoy traemos el postre perfecto para los menos aficionados al dulce y para los más amantes de lo ácido, un lemon pie!! Además es facilísimo de elaborar y queda genial para postre en alguna comida o para acompañar las meriendas. 



¿Les apetece? Comenzamos.
El lemon pie es una tarta que se elabora en tres partes, la tartaleta para la que usaremos masa sablé, la crema de limón y el merengue.


Ingredientes:
Masa sable:

  • 1 huevo
  • 500 gr de harina
  • 250 gr de mantequilla
  • 50 gr de azúcar 
  • 5 gr de sal
Crema de limón:

  • 150 gr de zumo de limón
  • 2 claras
  • 3 yema
  • 150 gr de azúcar
  • 1 cucharada de almidón
  • 50 gr de mantequilla
  • Ralladura de dos limones.
Merengue:
  • 150 gr de claras 
  • 300 gr de azúcar
Elaboración:
Comenzaremos trabajando la tartaleta, que será la base de nuestra tarta.
Mezclamos en un bol todos los ingredientes de la masa sablé y amasamos hasta conseguir integrar completamente todos los ingredientes y obtener una masa homogénea y compacta. 


Con un rodillo y la ayuda de papel grasa o harina estiramos la masa sablé, lo más circular posible, y con un grosor de aproximadamente 0'5 cm.


Cuando consigamos las condiciones que queremos, medimos si el tamaño es el que necesitamos para que nos quede todo el molde cubierto y tengamos una tartaleta perfecta.



Enrollamos la masa en el rodillo y la desenrollamos sobre el molde, y con nuestras manos acomodamos la masa al molde y cortamos el sobrante, procurando dejar un borde liso. 

Pinchamos con un tenedor la base de la tartaleta y colocando un papel grasa, colocamos una carga para evitar que suba en exceso en el centro de nuestra tartaleta. 


Por último, horneamos a 180ºC unos 25 minutos. 

Mientras tenemos la tartaleta en el horno, elaboramos la crema de limón.
Para ellos, batimos ligeramente en un bol las claras y las yemas, añadiéndole poco a poco el zumo de limón y la ralladura. 

Colocamos esta mezcla al baño maría y le añadimos el azúcar y el almidón. 

Sin dejar de remover la mantenemos al fuego entre 15 y 20 minutos hasta que comience a adquirir consistencia y espesar. 


En ese punto, retiramos del fuego y añadimos la mantequilla removiendo hasta integrarla perfectamente. 


Tapamos con papel film, tocando la crema para que no cree costra y  la reservamos en la nevera. 

A estas altura nuestra tartaleta debería de estar fuera del horno o en todo caso en sus últimos minutos. 

Así que mientras esperamos a que ambas elaboraciones enfríen, preparamos el merengue.

Prepararemos un merengue italiano y para ello, no necesitamos necesariamente una batidora amasadora, pero nos facilitaría mucho el trabajo tenerla, en caso de no ser así, el procedimiento es exactamente el mismo pero ligeramente más laborioso. Así si este es tu caso, no te preocupes.

Ponemos a batir a la velocidad más rápida que tenga nuestra máquina o que alcance nuestro brazo las claras. 

Y al fuego colocamos el azúcar ligeramente humedecida.

Mientras esperamos por el almíbar, continuamos batiendo las claras. Después de que rompa a hervir el almíbar, deberemos estar atentos para retirarlo del fuego cuando comience a espesar y tenga la consistencia de un jarabe.

En este punto, retiraremos el almíbar del fuego y lo añadiremos en un hilo muy fino a las claras montadas sin dejar de batir. Si lo montas a mano, este momento es muy delicado porque tienes muchas posibilidades de que se te baje el merengue, pero batiendo a una velocidad constante y añadiendo bien despacio el almíbar no deberías de tener ningún problema. 


Cuando hayamos añadido todo el almíbar, continuamos batiendo unos segundos más. Pasados estos minutos, puedes apagar la máquina o dejar de batir en caso se hacerlo a mano o puedes dejarlo a la velocidad más baja posible. 

Sabremos que el merengue nos a quedado perfecto si al retirar las varillas, forma picos estables. 


Una vez tengamos preparadas todas nuestras elaboraciones, montaremos la tarta. 

Rellenaremos la tartaleta con la crema.


Y decoraremos con el merengue. Puedes hacerlo simplemente con una cuchara extendiendo irregularmente el merengue por la superficie. O puedes hacerlo con mangas y boquillas. Ambas formas, dan un acabado precioso. 




Cuando tengas tu merengue acabado, puedes quemarlo con un soplete, para que adquiera ese tono dorado precioso.


Están deliciosas así que mejor no las pierdas de vista ni un segundo. Sólo nos queda disfrutarlas!!

Les esperamos de nuevo la semana que viene!! Buen fin de semana!!

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