¿ Les apetece? Comenzamos.
Ingredientes:
Bizcocho sin harina:
- 125 gr de azúcar
- 5 huevos talla M
- 40 gr de cacao en polvo
Relleno de queso y nata:
- 120 gr de queso crema
- 100 gr de azúcar glass
- 200 ml de nata para montar
- Vainilla
- Frutos rojos
Ganaché de chocolate:
- 100 ml de nata
- 120 gr de chocolate
Elaboración:
Comenzamos preparando los distintos elementos de nuestra tarta.
Lo primero el bizcocho sin harina.
El primer paso es precalentar el horno a 170ºC.
El segundo paso es separar las claras de las yemas.
Tras esto, comenzamos montando a punto de nieve las claras. Y a estas le añadimos de tres veces el azúcar. Batimos ligeramente las yemas y las añadimos a las claras cuando el azúcar se haya integrado.
Por último, añadimos el cacao en polvo con movimientos envolventes para que no se nos baje la mezcla.
Una vez tengamos listo nuestro bizcocho, lo escudillamos en una placa de horno, procurando que quede homogéneamente extendido, para que se hornee igual en toda la superficie y no quede más tostado o seco por unas partes que por otras.
Cuando tengamos nuestra placa de horno lista, la introducimos en el horno. Y horneamos a 170ºC durante aproximadamente 20 minutos.
Procura no abrir el horno mientras se esté horneando el bizcocho, porque puede perder toda la altura que haya ganado. Cuando el bizcocho este cocinado, lo retiramos el horno y lo colocamos sobre una rejilla, lo dejamos enfriar.
Mientras tanto, continuamos con la ganaché de chocolate. Para preparala colocamos la nata en un cazo y la llevamos a ebullición. Cuando rompa a hervir, vertemos el chocolate troceado en el cazo. Espera aproximadamente unos dos minutos antes de comenzar a remover con una varilla, pues así, el calor de la nata, actuará sobre el chocolate y te será más fácil de integrar.
Cuando tengas tu ganaché lista, utiliza un colador para pasarla a otro recipiente, séllalo con papel film, tocando la superficie de chocolate, porque así no se formará costra en la parte superior.
Guarda la ganaché en la nevera.
Mientras se enfría nuestro bizcocho y nuestra ganaché, prepararemos el relleno de queso y nata.
Este relleno es fantástico para las tartas pues es suave y cremoso y una vez frío adquiere la consistencia perfecta.
Comenzamos batiendo el queso con el azúcar glass hasta que sea una mezcla homogénea. Por otro lado, montamos la nata y la añadimos al queso. Debe ser así, añadir la nata al queso, no añadas el queso a la nata, pues la nata perdería montado y acabarías teniendo un relleno líquido.
Por último, añade una cucharita o dos de aroma de vainilla.
Conserva el relleno en la nevera hasta una media hora antes de utilizarlo. Pues se trabaja más fácilmente si esta a temperatura ambiente.
Ya tenemos nuestro bizcocho, nuestra ganaché y nuestro relleno. Así que es le momento de montar nuestra tarta.
En esta ocasión he optado por montar minitartas, para que sean raciones individuales, pero si lo que tú quieres o necesitas es una tarta mayor, simplemente deberás multiplicar por dos las recetas y utilizar un aro del tamaño que desees para montar la tarta.
Así, con una aro para tartas o con un cortapasta para galletas recorta el bizcocho. Calcula, que para cada tarta necesitas tres bizcochos.
Cuando los tengas preparados, prepara el relleno en una manga y también un bol con frambuesas.
Con la frambuesa, lo mismo, yo las he usado porque me encanta la combinación chocolate, queso y frambuesa. Pero tú puedes utilizar cualquier fruta que te apetezca melocotones, arándanos, frutos rojos. (Sólo procura que no suelte mucha agua por ejemplo, evita usar sandía o melón.)
Montaje:
- Montar la tarta es muy fácil, coloca el aro usado para cortar los bizcochos sobre una base del tamaño adecuado para tu tarta.
- Coloca en el fondo uno de los tres bizcochos recortados previamente.
- Vierte el relleno en una manga pastelera y escudilla con ella una capa generosa de relleno.
- Esparce la fruta que hayas elegido sobre el relleno y coloca el siguiente bizcocho encima.
- Repite la operación una vez más. De modo que tengas tres capas de bizcocho y dos de relleno.
Cuando tengas montadas todas tus minitartas, resérvalas en el congelador al menos durante media hora. Así te será más fácil trabajar con la ganaché. Aunque si vas mal de tiempo puedes hacerlo directamente, no hay problema, sólo necesitas tener algo más de cuidado.
Cuando tus tartas estén suficientemente consistentes, retira el aro y ayudándote de una cuchara vierte la ganaché sobre las tartas. No las cubras por completo, empújala con delicadeza hasta los bordes y simplemente, deja que gotee.
Le dará un efecto precioso a la tarta y además, ganarás en contraste de color.
Por último, puedes decorar la parte superior con más fruta, con chocolate blanco rallado.... con lo que más te apetezca, en tus manos queda.
Y ahora lo más importante, Disfrutarla!!
Esto es todo por hoy, disfrutad del fin de semana y esperamos verles de nuevo la semana que viene!!!
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